Caballito Wanderers volvió a pisar el Andén a las 10:30 para inaugurar los playoff, todavía con el eco del subcampeonato resonando en los botines. Saltaron a la cancha Hugo; Nahue “Teke”; Ferni; Nico; Rodri; Gabi y Hernán. En el banco, Bruno y Alan aguardaban como dos fósforos listos para encender cuando sea necesario.
El duelo ante All Inclusive comenzó equilibrado, una especie de pulseada silenciosa donde ninguno regalaba terreno. Caballito tardó unos minutos en encontrar su respiración, pero cuando el equipo se acomodó en la cancha, empezó a golpear en ese idioma que mejor domina: el gol.
Los cambios trajeron aire fresco: con las entradas de Alan y Bruno, el juego se soltó y el partido abrió sus costuras. Gabi y Alan dieron las primeras puntadas, marcando el ritmo y el tanteador con un gol cada uno.
Ya en el segundo tiempo, los verdes ofrecieron una pequeña sinfonía de toque y precisión. Hernán, en modo demonio , conectó una y otra vez con Gabi, y fue bordando gol tras gol hasta firmar seis tantos personales. En el medio, la circulación fue eficiente, paciente e inteligente. Hugo distribuyó pelotas quirúrgicas (como viene metiendo) y la defensa —firme como una bisagra nueva— cerró cada ranura antes de que se volviera problema. El rival encontró su descuento tras un centro, pero nunca logró quebrar la estructura ni el ánimo.
El pitazo final dejó una sonrisa grande y una diferencia de gol sustanciosa: Caballito Wanderers se llevó el primer partido de los playoff con autoridad, fluidez y ese estilo tan propio que parece mezclar potrero, garra y un poco de poesía verde. 🟢
Vamos caballito Con tutti no podes perder
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