El partido contra la 22-14 arrancaba temprano, 8:30 en Platense, cuando el aire todavíaestaba humedo . Caballito se plantó con Hugo bajo los tres palos; Nahue, El Viejo y Bruno en el fondo; Rodri, Nico, Gabi y Hernán armando el circuito. Afuera, llegando con parsimonia de domingo, Alan, esperando su turno para entrar.
El arranque fue una ráfaga verde. Caballito manejó los cambios de frente como si afinara cuerdas, jugadas largas que buscaban a Gabi en modo “edición de lujo”. Los primeros quince minutos fueron una sinfonía: toque, gambeta, paredes con el medio… y Hernán aguantando ,Gabi en modo bestia que marcó dos goles antes del cuarto de hora, dejando a Caballito 2–0 arriba. Hubo chances para seguir decorando el resultado, pero o se fueron cerca o chocaron contra el arquero rival.
La 22-14, por su parte, buscaba herir desde afuera y con centros altos, pero Hugo bajaba todo con una seguridad que dejaba la firma en cada pelota que caía al área. Ademas de meter todo el partido pelotas deluxe en donde una inclusive con ayuda del defensa rival entro a la red metiendo el 3 a 0. La defensa, sobria y sin sobresaltos, recortaba cualquier intento de incendio. Aun así, tras insistir, el rival encontró un rebote en un centro raso y descontaron: 3–1 para irnos al descanso.
En el segundo tiempo entró Alan para sumar minutos, y lo que vino fue un monólogo. Caballito dominó el campo como si hubiese encontrado el mapa secreto del partido. Los rivales, agotados y desordenados, no lograban descifrar el juego verde. Hernán hizo jugar a todos; Nahue, que se había traído un bisturí en la media, metió pases quirúrgicos; el medio empujó y la defensa ordenó la escena.
El resultado: seis goles más que dejaron al rival sin aire. Gabi agregó cuatro (tres tras asistencias de Hernán y otro después de una pincelada de Nahue), Alan clavó uno desde atrás con una acción individual y Nico dejo su huella picándola con estilo.
Los putos de caballito se comieron en dos pancitos a la 22-14 para demostrar que se juega en la cancha con futbol y sin hablar de más...
Queda un paso más para meterse en cuartos. Y si el equipo mantiene este pulso, quiere llevarse todo
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